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Duelo a garrotazos (Francisco de Goya) |
Vivimos en sociedades polarizadas. Lo que significa que la ciudadanía se ha
atrincherado en compartimentos estancos. Los canales de comunicación con
quienes piensan distinto que nosotros están cada vez más cerrados, más
enconados. Sin embargo, cuando nos encontramos en círculos con nuestros
afines, nos afirmamos a base de oír lo que queremos oír; esto es, nuestros
propios puntos de vista preexistentes; y a cambio disminuimos la diversidad
interna grupal: ¡Así comienza el adoctrinamiento y el sectarismo! Y este
fenómeno se desarrolla en todos los ámbitos, desde el familiar al político.
La polarización ideológica impide forjar los compromisos imprescindibles en
una sociedad para implementar algún tipo de bien compartido.
Pero para comprender adecuadamente el fenómeno social de la polarización, lo
primero que debemos aclarar es qué entendemos como tal. Y así, en primer
lugar, por polarización entendemos una alineación creciente de los Partidos en
posturas cada vez más alejadas entre sí. Es lo que se denomina
polarización ideológica, lo sea de izquierda-derecha, y/o
nacionalista-centralista.
En segundo lugar, por polarización podemos entender el sentimiento que los
partidos y los lideres despiertan. Se denomina polarización afectiva, y
se manifiesta por una gran hostilidad hacia aquellos que no comparten nuestra
afinidad. Este tipo de polarización es la más peligrosa y la que envuelve a
toda España. No apela a lo racional, sino a sentimientos y emociones.
Llegados a este punto lo que cabe preguntarse son dos cosas: primero, cuál es
la causa de la alta polarización afectiva española; y segundo, cuáles son sus
consecuencias.
Los estudios politológicos indican que las causas coinciden con los altos
niveles de desempleo y desigualdad que han caracterizado al país desde la
crisis económica que comenzó en 2008. Los altos niveles de desempleo
incrementaron sensiblemente las rentas bajas o muy bajas de la población.
Han sido, por tanto, el desempleo y la pobreza los principales causantes de
los problemas económicos, sociales y políticos de este país.
¿Y cuáles han sido las consecuencias?
Fundamentalmente, el alineamiento progresivo de la población en torno a
partidos y grupos excluyentes entre sí.
El resultado es que esos grupos y partidos solo están dispuestos a defender un
conjunto estrecho de postulados, inasumibles para sus adversarios. Como
consecuencia se produce un bloqueo institucional que ataca a los fundamentos y
pilares de nuestra democracia.
¿Y este problema de la polarización en España tiene solución?
Pues la ciencia política, a nivel mundial, ha elaborado vías y alternativas de
despolarización, tales como trabajar en corregir percepciones y prejuicios de
las personas sobre los partidos opuestos y sobre su forma de pensar. Corregir,
también, el efecto de las redes sociales verificando la fiabilidad y
potenciando la propia autorregulación de las plataformas, así como el papel
del estado en la corrección de comportamientos especialmente nocivos para la
democracia. En tercer lugar, habría que cambiar el comportamiento polarizado
por parte de partidos y líderes políticos.
En definitiva, y bajo la perspectiva que ofrece nuestro país, estas soluciones
técnico-científicas son poco menos que ciencia ficción. Es decir, que solo
podemos esperar polarización como único signo futuro de lo que será la
política española de los próximos decenios.
¡País de sangre caliente!
Ojalá que no nos volvamos a matar como ya ocurriera en nuestra oprobiosa
Guerra Civil.
2 Comentarios
Absolutamente de acuerdo. Lúcido tanto en el análisis de las causas que provocan la polarización, como en la soluciones que se plantean para rebajarla. Hincapié en el control por parte de los gobiernos democráticos de las redes sociales. Sin ellas, por ejemplo, no existiría Alvise. En fin poner puertas al campo.
ResponderEliminarBuen y acertado análisis de la situación actual donde nos encontramos😔
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