HOY ENTREVISTAMOS A SANTOS CIRUJANO BRACAMONTE

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SANTOS CIRUJANO BRACAMONTE
 

SANTOS CIRUJANO BRACAMONTE

DOCTOR EN BIOLOGÍA; CIENTÍFICO TITULAR CSIC

Buenos días, Santos Cirujano, encantados de tenerte con nosotros en el apartado de entrevistas de la página de AEDA23: FILOSOFÍA Y PENSAMIENTO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA (www.aeda23.es):
Qué te parecería si, para comenzar, nos expusieras algo de tu trayectoria personal y profesional con el fin de que nuestros seguidores puedan conocerte mejor.
Al terminar la licenciatura de Biología, en el año 1973, me ofrecieron realizar la tesis doctoral en el Departamento de Botánica de la Facultad de Biología en la Universidad Complutense de Madrid. El tema que me asignaron fue el del estudio de la flora y vegetación de las lagunas y humedales de la submeseta sur, concretamente las lagunas de la Mancha Húmeda.
Bien, y cómo fue tu descubrimiento y relación con el Medio ambiente, y más concretamente con aquello que te preocupa más.
Como he indicado, en la pregunta anterior, y con motivo de desarrollar adecuadamente mi tesis doctoral, empecé a trabajar de forma profesional en estos humedales, y después en otros dispersos por la geografía hispana: Doñana, Daimiel, laguna de La Nava (Palencia), embalse de Ullibarri-Gamboa (Vitoria), laguna de Zóñar (Córdoba), El Hondo de Elche-Crevillente (Alicante), humedales de Madrid, etc., pero mi mayor contribución en cuanto a proyectos se ha centrado en Castilla-La Mancha, tanto en lo que se refiere al estudio de ecosistemas acuáticos, como al de especies y formaciones vegetales amenazadas. Desde el año 1974 he participado como coautor o como investigador principal en unos noventa proyectos relacionados con humedales.
Te has especializado en temas en relación con la flora de humedales ¿Háblanos de ellos, por favor?
He formado parte y sigo colaborando con un grupo de investigación denominado, Grupo de Investigación del Agua (GIA), que aglutina diversos investigadores y profesores del CSIC, y de diferentes universidades, aunque casi todos ya tenemos una edad. En este grupo de trabajo me encargo de los temas relacionados con la flora y la vegetación acuáticas y con temas de gestión y mantenimiento de los humedales basados en los datos recopilados. Uno de mis objetivos era publicar una flora acuática, de la que no disponíamos en España. Primero publique un librito sobre la flora de los humedales de Albacete, luego otro sobre los de Cuenca, después la flora acuática de las lagunas y humedales de Castilla-La Mancha, a la que siguió la monografía sobre los carófitos ibéricos —un grupo de algas continentales excelentes indicadores de la calidad del agua—. Finalmente, en el año 2014, publicamos el primer volumen de la flora acuática española dedicado a los macrófitos acuáticos, y en el año 2020, el volumen dedicado a las plantas emergentes, con el que he dado por concluida la primera flora acuática española. Durante estos años, he visitado numerosos humedales españoles, junto con los colegas del GIA, y recopilado multitud de datos científicos que hemos plasmado en algo más de cuarenta libros. También hemos conocido la evolución de muchos humedales y a diferentes personajes y personajillos relacionados con su gestión y conservación.
¿Qué valor otorgas a la defensa y conservación de los humedales? ¿Es rentable su recuperación?
Hombre, la conservación de la naturaleza, y en ella se incluyen los humedales, siempre es importante y rentable. Todos los elementos de la naturaleza están relacionados de una u otra forma. Los humedales son un aspecto más de nuestro paisaje, forman parte de nuestra historia y de nuestro patrimonio cultural, como puede ser un museo o los cuadros que en él se conservan. La calidad ambiental de un país, territorio o municipio, pone de manifiesto su nivel cultural. En este sentido, los humedales son excelentes indicadores de la calidad ambiental de un territorio. Su existencia está unida al agua, al igual que ocurre con los seres humamos en los que algo más del setenta por ciento es agua. Si la calidad del agua es deficiente, pues ya sabemos lo que nos pasará. Somos agua y en agua nos convertiremos.
El cambio climático hoy es una realidad incontrovertible ¿Cómo va a afectar a las zonas húmedas? ¿Y a los seres humanos?
Si se cumplen las hipótesis de los expertos parece que, a medio plazo, y en la región mediterránea, habrá un mayor déficit de agua y un aumento progresivo de la temperatura. Esto, unido a la creciente demanda de agua, hará que muchos humedales estacionales desaparezcan, y otros permanentes pasarán a ser estacionales o más fluctuantes. Sufrirán, por ejemplo, las turberas de montaña o los humedales litorales entre otros ecosistemas. Para esto no hace falta esperar mucho, ya lo estamos viendo si comparamos los humedales que existían hace cincuenta años y los que hay actualmente. El cambio global ha incidido en el ciclo del agua de una manera notoria, tanto en lo que se refiere a la cantidad como a la calidad del agua disponible. Agua no falta en el mundo, dos tercios de su superficie está cubierta por el agua. Lo que falta es agua potable, es de suponer que se encarecerá.
¿Consideras posible corregir los graves problemas medioambientales mediante acciones concretas? ¿En qué medida puede influir la educación ambiental? ¿Estamos aún a tiempo de cambiar?
Los problemas ambientales suelen tener soluciones, pero en la mayoría de los casos suelen ser a medio y largo plazo, y dependen de la intensidad de las agresiones. Como aquí las iniciativas referidas al medio natural suelen durar tres, o a lo sumo seis años, pues no suelen gustar a todo el mundo; y como hay que asegurarse los votos, y no hay que crear alarma social, pues resulta que no se prolongan en el tiempo. Además, cuando hay cambio de gobierno, las anteriores medidas se olvidan o ya no valen. Y así vamos. La educación ambiental es esencial, pero empieza en nuestro entorno más inmediato, nuestro pueblo o nuestra ciudad. A los que hay que educar es a los mayores de edad. En este país la educación está en horas bajas, y la preocupación por el medio ambiente todavía en pañales.
A nivel personal o individual ¿Qué consideras que puede hacer o aportar la gente común o la sociedad en general?
Las agrupaciones locales en defensa del medio ambiente pueden ser importantes a nivel local, porque pueden presionar a los dirigentes políticos. El ejemplo lo tenemos en los agricultores o los regantes a la hora de defender sus intereses. Pero ¿a cuántos dirigentes políticos han cesado por una mala gestión ambiental? Solo si hay algún fallecido la cosa se complica un poco. La culpa siempre es de los técnicos. Y de este círculo es difícil salir. Al que protesta se le aparta. Decía George Orwell algo así como que en tiempos de engaño decir la verdad se convierte en un acto revolucionario. Así que, el que se sale del guion, lo paga de una u otra forma. Ya lo decía Alfonso Guerra refiriéndose al plano político: “el que se mueve, no sale en la foto”. La tendencia es negar que existen problemas ambientales, aunque los expertos los hayan denunciado con años de anticipación y, por tanto, así es difícil solucionarlos. Eso sí, España es el tercer país con más humedales en la lista Ramsar —lista constituida por humedales declarados de importancia internacional pertenecientes a ciento setenta y un países—. Pero ¿Cuál es su estado de conservación? Pues de eso se trata, de tenerlos bien conservados. Por mencionar algunos, tenemos Doñana, las Tablas de Daimiel, el Hondo de Elche Crevillente, el Mar Menor, el Marjal de Pego-Oliva, la laguna de Manjavacas, etc.; todos ellos alterados y con problemas de contaminación. Como se suele decir, el papel lo aguanta todo. Insisto en que a nuestra sociedad le importa poco el medio ambiente.
Consideras que los ecosistemas son capaces de defenderse de las agresiones humanas.
Podríamos decir que los humedales no se defienden de las agresiones humanas, más bien las sufren. El tiempo de recuperación de un humedal está directamente relacionado con la intensidad de las agresiones sufridas. También habría que ser conscientes de que muchas de las alteraciones que han sufrido los humedales son irreversibles. Con esto no quiero decir que los humedales no puedan recuperarse, pero es casi imposible que vuelvan a tener las características ambientales que tenían hace tan solo setenta u ochenta años. Cada humedal tiene unas características propias que le diferencia. No hay dos humedales iguales. Por lo general, cuando se recupera o se restaura un humedal se establecen otras características, y de acuerdo con ellas tendrán mayor o menor valor ambiental, que generalmente suele ser menor que el que tenía antiguamente, pero no siempre.
Es posible una alternativa política que base su acción en la consideración de la ecología, la educación y el respeto medioambiental.
Actualmente la conservación de la naturaleza y, por tanto, de los humedales no es un tema prioritario en nuestro país, aunque parece existir un cierto resurgir de la preocupación por la calidad de nuestro entorno, especialmente en lo que se refiere a la calidad del aire y del agua. Este último aspecto beneficiará a los humedales como buenos indicadores de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas. Pero no nos engañemos, esto nace de las continuas sanciones que Bruselas impone a España por no cumplir las diferentes normativas medioambientales. Poco a poco hemos ido pasando de un ministerio de Medio Ambiente, creado en el año 1996, las cosas claras, a un ministerio que ahora se llama de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que no está tan claro. Solo hay que repasar los sucesivos nombres de los ministerios de los que depende el medio ambiente, o de las consejerías de las diferentes Comunidades Autónomas para ver cómo ha ido perdiendo peso eso del medio ambiente. Por otro lado, en la dirección de los sucesivos ministerios relacionados con el medio ambiente ha habido más mujeres que hombres. Puede ser un consuelo, aunque no todas han tenido el mismo grado de compromiso con el tema medioambiental. Qué no haya alarma social.
¿Qué función o papel consideras que han ejercido y/o deben ejercer las ONG medioambientales?
En primer lugar, habría que aclarar que por ser ecologista o conservacionista no siempre se lleva razón. Hay ecologistas buenos, regulares y malos, como en todos los campos. En muchas ocasiones con una falta de conocimientos importante. Hay muchas variables que hay que considerar cuando se habla de conservación, y disponer de una base científica, aunque no solo, es esencial para conservar y gestionar. Si los que nos dedicamos a la conservación y la gestión desde el punto científico tenemos muchas dudas y conocemos nuestras limitaciones, qué decir de los que carecen de información objetiva y contrastable. Las buenas intenciones son loables, pero hablamos de conocimientos aplicados a la gestión. Dicho esto, y siendo conscientes de que cómo en otros aspectos de nuestra sociedad, las ONG son reflejo de la sociedad en la que vivimos, las ONG han tenido y tienen un papel esencial en lo que se refiere al tema de denuncias medioambientales y su traslado a Bruselas y a la concienciación ciudadana. Muchas de las actuaciones de conservación, con grado muy variable de ejecución, que se realizan en España, dimanan de las denuncias realizadas por las ONG. Creo que el movimiento ecologista o conservacionista, como queramos llamarlo, se ha quedado estancado. De las actuaciones que en su día se realizaban con gran difusión en los medios —atarse con cadenas para que no se destruyera una zona húmeda, o la organización de jornadas campestres en las que participaban personas con cierto peso social y tenían gran repercusión mediática—, se ha pasado a un estancamiento un tanto lánguido y sin proyección. El resultado es que el movimiento ecologista no arrastra votos suficientes para tener peso político en nuestro país. No hay un personaje carismático que aglutine y mueva conciencias a nivel global. Todo es gris, muy gris. Solo algunas entidades, como la Fundación Global Nature (FGN), que es un referente en la conservación de humedales en España, tiene un sesgo más europeo y actual de lo que es la conservación.
¿Nos espera una mejor relación con el planeta Tierra?
Como los apartados anteriores son muy largos, diré que no. A no ser que la conservación sea rentable para las grandes corporaciones. Primero destruimos y luego recuperamos, pero que aporte beneficios.
Y ya, por último, para terminar, ¿te gustaría añadir algo más a esta entrevista?
Pues ya que estamos… Creo que unos de los aspectos más negativos de las personas que nos hemos dedicado a la conservación es la desunión que ha existido y existe entre los que estamos preocupados por la calidad ambiental de nuestro entorno. Este es un mal endémico de nuestro país, pero no solo del ámbito conservacionista. No hemos sido conscientes del esfuerzo que hace un tiempo dedicaron un gran número de técnicos de las administraciones públicas a la conservación en este caso de los humedales, y de las dificultades que tuvieron para poner en marcha los proyectos de recuperación o conservación. En muchos casos sin el apoyo que necesitaban, es más, criticados sin conocer las realidades que hacían muy difícil cualquier intento de preservar algún enclave. Creo que ahora el nivel de conocimientos es suficiente, pero la dedicación y el compromiso es menor, no hay tanta energía. Son otros tiempos, hay que renovarse con nuevas ideas que hagan más rentable la conservación. Medios hay, pero se necesita dinamismo, y todos vamos siendo mayores, bueno algunos ya lo somos.
Muchas gracias por atendernos y por tu permanente colaboración.
El equipo de AEDA 23

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