MARÍA ROSARIO VIDAL-ABARCA GUTIÉRREZ
CATEDRÁTICA DE ECOLOGÍA. UNIVERSIDAD DE MURCIA
Buenos días, María Rosario Vidal-Abarca, encantados de tenerte con
nosotros en el apartado de entrevistas de la página de AEDA23: FILOSOFÍA Y
PENSAMIENTO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA (www.aeda23.es):
Qué te parecería sí, para comenzar, nos expusieras algo de tu trayectoria
personal y profesional con el fin de que nuestros seguidores puedan
conocerte mejor.
Soy catedrática de Ecología de la Universidad de Murcia desde el año 2004.
Mi tesis doctoral la realicé sobre la caracterización físico-química de los
ríos de la cuenca del Segura, que por entonces fue el primer trabajo que
analizaba de forma conjunta todos los ríos de esta cuenca. Desde entonces mi
actividad científica se ha centrado en conocer la ecología de los ríos y
sistemas acuáticos (por ejemplo, humedales) de esta zona, especialmente
interesantes por las condiciones ambientales extremas que los caracterizan
(sequias prolongadas, inundaciones, etc.). Este conocimiento me llevó, junto
a otra compañera del Departamento (Dra. María Luisa Suárez Alonso), a
colaborar con la Confederación Hidrográfica del Segura para poder implantar
la Directiva Marco del Agua (que es la normativa europea para la gestión de
los ecosistemas acuáticos) en dicha cuenca. Más recientemente mi trayectoria
científica está centrada en el estudio y análisis de los servicios que
proporcionan los ecosistemas acuáticos para el bienestar humano. Se trata de
una línea con perfil más socio-ecológico, enfocada al análisis de las
relaciones entre la naturaleza y el ser humano.
Bien, y cómo fue tu descubrimiento y relación con el medio ambiente, y
más concretamente con aquello que te preocupa más.
La verdad es que desde siempre me han gustado las ciencias naturales,
en general. Pero mi preocupación por el medio ambiente parte desde mis
estudios de ecología durante la carrera. Allí me di cuenta de la enorme
responsabilidad que tenemos los humanos para mantener un ambiente saludable
y libre de contaminantes que, por cierto, es del que dependemos ahora y lo
harán las generaciones futuras.
Te has especializado en temas en relación con la calidad del agua en
ambientes acuáticos continentales, ¿Háblanos de esta especialización, por
favor?
En regiones como el sureste ibérico, donde el agua es un recurso escaso, los
temas de contaminación acuática son muy dramáticos. Hay que tener en cuenta
que esa escasez de agua no ayuda a la dilución de contaminantes con lo que
su daño es muy patente. El modelo de agricultura actual de regadío es uno de
los impulsores que causan más daño a estos ecosistemas, tanto, por la
contaminación difusa que provocan (entrada de pesticidas, herbicidas,
nutrientes, etc.) como por la agresión a los propios terrenos donde se
desarrolla. Pero además provocan otra alteración muy importante en los ríos
y humedales, y es la salinización de las aguas.
Trabajas y vives en una región especialmente sensible, por su escasez, a
los temas del agua, donde históricamente se han utilizado soluciones
—Trasvase Tajo-Segura—, que, si bien en su tiempo fueron punteras, hoy
están en el punto de mira de un sector importantísimo, tanto científico
como ecologista ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Yo creo que los modelos de desarrollo regionales deben programarse siempre
dentro de los límites biofísicos del área. Esto quiere decir que en regiones
como la nuestra, donde el agua es un recurso escaso, la actividad económica
debe respetar esta singularidad, entre otras razones porque si no la hacen
muy sensible y dependiente de los cambios naturales, sociales o políticos.
El Trasvase Tajo-Segura, a estas alturas, creo que solo tiene su razón de
ser si es imprescindible para abastecer a la población humana. El resto
debería acoplarse a esos límites naturales que nos impone la naturaleza.
El cambio climático hoy es una realidad incontrovertible ¿Cómo va a
afectar a las zonas húmedas y a los ríos de tu región autonómica? ¿Y a los
seres humanos?
Es evidente que el cambio climático va a afectar, y bastante, a nuestra
región. No es seguro que vaya a haber menos agua, pero sí que las
temperaturas aumentaran y con ellas la evapotranspiración, con lo cual el
balance de agua va a ser negativo. Pero además las lluvias van a ser cada
vez más erráticas, lo que provocará que los ríos pasen de llevar agua
durante todo el año a ser intermitentes e incluso a estar secos. De ahí
nuestro interés en conocer bien el funcionamiento de estos ríos secos.
Tenemos que prepararnos para que los sistemas socio-económicos sean más
resilientes, es decir, ser capaces de asumir estas variaciones ambientales.
¿Consideras posible corregir los graves problemas medioambientales
mediante acciones concretas? ¿En qué medida puede influir la educación
ambiental? ¿Y la acción de la ciudadanía? ¿Estamos aún a tiempo de
cambiar?
Sí, yo creo que se pueden hacer muchas cosas desde distintos ámbitos
políticos y sociales. Pero confío menos en la acción política que en la de
los ciudadanos. Por supuesto la educación ambiental es básica y el primer
paso para la concienciación ambiental.
¿Puedes hablarnos, por favor, del problema de la contaminación marina en
el Mar Menor? ¿Tiene solución? ¿Por qué se ha llegado a semejante estado
de degradación?
El problema de la situación actual del Mar Menor es muy complejo, y un
cumulo de despropósitos por parte de todos los sectores productivos y
políticos de la región. La historia de las agresiones al Mar Menor es
antigua, pero las más importantes han sido relativamente recientes. La
promoción del turismo de “playa”, ha sido una de ellas, pero quizá la más
impactante ha sido la gran transformación agrícola de toda su cuenca
receptora (Campo de Cartagena) tras la entrada de las aguas del Trasvase
Tajo-Segura en el año 1978. Esta transformación ha consistido en la
sustitución del secano tradicional de la zona por una agricultura de un
regadío que ha ido exportado al Mar Menor una gran cantidad de nutrientes
que ha llevado a la situación actual. La cuestión es que, si no se trata el
problema de origen, las soluciones parciales no ayudaran a la recuperación
de la laguna.
¿Qué impacto ha tenido la presión turística y de especulación hotelera en
el medio ambiente costero del Mar Menor?
Es uno de los factores negativos, pero no el único como ya he comentado
antes. El problema de la presión urbanística es que se ha vendido un turismo
de playa que no es compatible con la realidad natural del Mar Menor. El Mar
Menor es una laguna litoral, con lo cual no tiene playa. De hecho, para
promoverlo se generaron playas de forma artificial extrayendo arena del
fondo (que hay que sustituir cada vez que hay una tormenta) y situándola en
los bordes e incluso aterrando humedales litorales ligados a la línea de
costa que actuaban como depuradores naturales de las escorrentías que
llegaban desde su cuenca de drenaje. A esto hay que añadir todas las
infraestructuras que se generan (por ejemplo, superficie urbanizada),
puertos deportivos, etc… y la presión ligada a la propia población
veraneante (mayor consumo de agua, vertidos, etc.).
A nivel personal o individual ¿Qué consideras que puede hacer o aportar
la gente común o la sociedad en general?
Como ya comenté antes, soy de la opinión de que los cambios nacen desde
abajo, así que todos podemos hacer cosas para revertir la situación actual.
Cambios de aptitudes como reciclar, respetar nuestro entorno en el que
convivimos con otros muchos seres vivos, consumir solo lo que realmente
necesitamos, etc., son importantes.
Consideras que los ecosistemas son capaces de defenderse de las
agresiones humanas.
No lo dudo, pero no de la manera que esperamos. La Tierra tiene mecanismos
para ajustarse de nuestras agresiones y, entre ellas, está la de expulsarnos
del Planeta.
¿Qué función o papel consideras que han ejercido y/o deben ejercer las
ONG medioambientales?
Creo que están poniendo sobre la mesa problemas graves de nuestra relación
con el entorno natural. Su papel, además de denuncia, es de concienciación y
eso es importante.
¿Nos espera una mejor relación con el planeta Tierra?
Soy por naturaleza optimista, así que confío plenamente en que será así,
pero quizá no tanto por un cambio social sino, más bien, porque nos lo va a
imponer la naturaleza. Como ejemplo aquí está el COVID que nos ha puesto de
cara con un problema gravísimo que, en contra de la opinión de muchos, no es
tanto económico, como ambiental y social.
Y ya, por último, para terminar, ¿te gustaría añadir algo más a esta
entrevista?
Pues daros las gracias por la oportunidad de poder comentar estos temas y
aprovecho para recordar que no olvidemos que somos parte de la naturaleza
que compartimos con otros muchos seres vivos. Tenemos una responsabilidad en
mantenerla lo más saludable posible, por nuestro bien y por el de las
generaciones futuras.
Muchas gracias por atendernos y por tu permanente colaboración.
El equipo de AEDA 23
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