Me pregunto cuáles son los factores que aumentan la credibilidad de las
noticias falsas. ¿Por qué las fake news son tan aceptadas como verdades
sin someterlas antes a un juicio crítico contrastado?
Y me respondo que, sin duda alguna, todo dimana del contexto de polarización
en el que vivimos. Los medios de comunicación se han politizado, y como
consecuencia su credibilidad ha descendido hasta mínimos históricos, de modo
que lo habitual es que los ciudadanos solo busquen información en aquellos
medios que coinciden con su ideología: caldo de cultivo perfecto para que
proliferen las noticias falsas y la desinformación.
Las preguntas que surgen al respecto son más que evidentes: ¿Se da más
credibilidad a unas noticias que a otras? ¿Existe propensión a dar
credibilidad a las noticias falsas? ¿A qué tipo de noticias suele darse
credibilidad?
En un intento de responder a este tipo de preguntas, un proyecto dentro del
Programa Social Research Call, realizó un experimento en España con noticias
basadas en información real y falsa presentadas a través de medios reales o
inventados.
El trabajo de campo se realizó entre los días 9 y 25 de mayo de 2023, sobre
una muestra de 2500 residentes en España, entre los 18 y 74 años.
El experimento consistió en mostrar de forma consecutiva a cada participante
seis noticias, variando aleatoriamente el nombre del medio de comunicación, el
periodista firmante y las imágenes que acompañaban la noticia.
De las conclusiones finales del trabajo de investigación, se pueden resaltar:
Uno: la credibilidad en un medio de comunicación en concreto aumenta la
percepción de veracidad de una noticia, tanto si la información es real como
falsa.
Dos: Un titular positivo aumenta la percepción de veracidad de la noticia.
Tres: la existencia de conocimientos autoproclamados sobre un tema en concreto
no asegura de forma fiable su capacidad para detectar noticias falsas.
Cuatro: autocalificarse de derechas, o coincidir ideológicamente con las ideas
principales expresadas en una noticia, mantienen una correlación directa con
otorgar mayor veracidad a las noticias falsas y mayor probabilidad de
compartirlas.
En resumidas cuentas, creer y difundir noticias falsas mantiene una relación
directa con la credibilidad en el medio de comunicación, con los titulares
positivos, con las ideologías de derechas y con las creencias esenciales que
concuerdan con la derecha política.
Y estos resultados deberían explicarnos por qué los medios informativos de
derechas recurren continuamente a la desinformación y a la difusión de las
fake news. Y también convencernos de la casi imposibilidad de actuar
contra ellas dado el altísimo nivel de impunidad judicial con el que cuentan.
Si a ello añadimos el inmenso poder del gran capital invirtiendo en los
movimientos ultras mundiales, el futuro lo tenemos claro:
¡Ha llegado la era Trump!
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