DISERTACIONES (I): AUGE MUNDIAL DE LA EXTREMA DERECHA

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¡Me desconcierta! O quizá debería decir mejor que me irritan esas dos victorias consecutivas de Trump en los caucus republicanos de Iowa y New Hampshire. Porque es como un anticipo de lo que todo parece presagiar: que las elecciones presidenciales en EE.UU., de noviembre 2024, van a ser una repetición de la pelea de Biden contra Trump.
Y me pregunto cómo es posible este auge mundial de la extrema derecha; al igual que me pregunto el porqué de esa obsesión de la derecha por querer ostentar un poder absoluto.
Estoy convencido de que lo que intentan las derechas en todo el mundo es imponer un orden que evite todo tipo de discusión sobre políticas públicas o sobre un proyecto de país. Su marco es exclusivamente nacionalista, incluso así interpretan las constituciones o cartas magnas, identificándolas con la idea esencial de que ser constitucionalista tal como ellos consideran el constitucionalismo (represivo y limitante) es la única forma de ser nacionalista y patriota. Y para consolidar esta idea elaboran discursos de odio y deslegitimación de los gobiernos. Saben agrupar y recoger el descontento y elaborar políticas dirigidas a adoctrinar hasta el instinto básico racional, permitiendo al político decir cualquier cosa y mentir abiertamente como parte de una estrategia para hacer parecer al político como “uno más”, una persona sencilla del pueblo capaz de decir lo que “muchos sienten” pero prefieren callar.
Y esos partidos extremos saben que sus políticos mienten, pero no les castigan. Al contrario, parecen concederle un premio al deshonor. Y ello los engola y embrutece, de modo que estos líderes están dispuestos a decir las cosas más estrafalarias y ridículas, haga falta o no. Porque —se dicen ellos mismos—: “Yo soy como tú”.
Y esta tendencia parece imparable. En los últimos 20 años lo que se ha producido es un aumento de los partidos de extrema derecha; y una incorporación de sus ideas, aunque no estén en los gobiernos. Incluso sin poder político sus códigos calan en los políticos y en la sociedad.
De modo que, tanto el centro-derecha como la derecha mayoritaria, hoy no tienen ningún complejo en desplazarse mucho más a la derecha, tanto como haga falta con tal de atrapar votos.
Y ante ello, ¿qué puede hacer el ciudadano crítico e informado?
Pues lo único que le resulta posible: resistirse con todas sus fuerzas a una situación autoritaria que le dejaría impotente y sin capacidad de reacción mientras le conducen al abismo.
Y esto no es una suposición, es una certeza avalada por los hechos. Piensen, por ejemplo, en lo ocurrido en España tras las elecciones autonómicas y municipales de 2023, donde la derecha en coalición con la extrema derecha, con su poder absoluto en una mayoría de municipios, provincias y autonomías, han comenzado a aplicar decisiones contrarias a los consensos (pactos sociales) que ya se daban por superados en torno a los derechos civiles y sociales. Y es que las decisiones de la derecha y la extrema derecha han vuelto a sus rancios orígenes ideológicos recortando múltiples libertades.
Y si esta tendencia se consolida, si las sociedades occidentales lo permiten, si la sociedad española lo consiente, seremos tan culpables como ellos de sus sociedades autoritarias vaciadas de derechos, porque tan culpable es quien comete el crimen atroz, como el que mira para otro lado.

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1 Comentarios

  1. Hay cada dia más "borregos" que se dejan conducir por "lobos" 😔

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