ANTONIO TOMÁS ROMEROARTÍSTA PLASTICO (PINTOR) Y ESCRITOR |
Qué te parecería si, para comenzar, nos expusieras algo de tu trayectoria personal y profesional con el fin de que nuestros seguidores puedan conocerte mejor.
Nací en Madrid. Al tercer día aterrizaba, desde el expreso de Alicante, en el andén de Alcázar de San Juan. Crecí en la calle Ancha, llena de adoquines y árboles, de pan y quesillo, de sangre y churretes en las rodillas cada vez que aterrizaba en mis alocadas carreras. La Sarrióna, don Juven y don Rafael, don Arturo, y al final, la Trinidad, esa fue mi andadura estudiantil en aquellos años, cincuenta y sesenta, antes de partir, con trece años y la maletilla llena de suspiros y miedos, camino del Colegio de Huérfanos Ferroviarios en León. Con dieciséis años conseguí aprobar unas oposiciones de administrativo al Banco Popular Español. Pude, así, ayudar económicamente en casa, conjugar trabajo y estudios durante unos años (bachiller superior, peritaje mercantil, Centro Superior de Estudios Bancarios, y ESIC, inacabado por los viajes constantes como auditor y comercial en el banco). Después llegó el gran salto laboral al Grupo Fierro y Domecq, pero nunca en mis alforjas faltó lápiz y cuartillas con que pergeñar y escribir …
Bien, cómo calificarías tu relación con el medio ambiente y la naturaleza. ¿Algún hecho o momento en concreto que recuerdes con especial afecto en relación a ésta cuestión?
Soy muy respetuoso con la Naturaleza, me siento identificado con mi entorno, me gusta el campo, la montaña… he subido a La Pedriza, Picos de Europa, Mont Blanc, Matterhorn, marcha y escalada; subiendo al Mont Blanc sufrí un accidente al ceder el hielo en el "Glacier des Bossons". Lo pude contar gracias a ir encordado, y al piolet.
Actualmente, dos de las actividades a las que dedicas más tiempo y pasión podrían ser la pintura y la lectura ¿Querrías hablarnos de tu trayectoria en esos mundos en cuestión? ¿Cómo comenzaron esas aficiones? ¿Qué te han aportado?
Actualmente, la pintura ocupa gran parte de mi tiempo, me obsesiona el postimpresionismo de Vincent van Gogh, y a pesar de mis carencias, no cejo en leer y aprender de cuanto cae a mi alcance para mejorar tanto en el acrílico como en el óleo. También, de cuando en cuando, escribo poesía y algo de narrativa, pero en ambas disciplinas, mis resultados no superan a los que son propios de la mera afición.
El cambio climático hoy es una realidad incontrovertible ¿Qué podrías decirnos al respecto desde tu punto de vista personal? ¿Piensas que pandemias como la del COVID 19 puede tener relación con esta problemática ambiental? ¿Qué consecuencias podría tener sobre la futura libertad de los seres humanos?
El cambio climático es una realidad, pero desde el Cámbrico, hace seiscientos millones de años, los cambios de temperatura han tenido una dudosa relación con el nivel de CO2 al que ahora culpan del actual cambio. En el Jurásico, época de mayor esplendor del planeta, se quintuplicaban los niveles de CO2 con respecto a los actuales. Desconozco la interrelación entre cambio climático y pandemias como el Covid 19, viruela del mono, o cualquiera otra que esté por llegar.
Sobre la libertad de los seres humanos, está escrito… “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
¿Consideras posible corregir los graves problemas medioambientales mediante acciones concretas? ¿En qué medida puede influir la acción de la literatura, la poesía, el arte en general? ¿Estamos aún a tiempo de cambiar?
Posible no, necesario e imperioso. El aumento del deterioro de nuestro planeta, merced al aumento de basuras en océanos y tierra, de no tomarse la firme decisión de educar y sancionar a los irresponsables, llegará a un punto irreversible.
La literatura, la poesía, pintura, y el resto de actividades literarias y artísticas, como por supuesto el pensamiento filosófico, son cultura, y un pueblo culto nunca destruiría lo que de la naturaleza hemos recibido como regalo, con el deber de cuidarlo y entregarlo a las generaciones futuras.
¿Has trabajado o colaborado con alguna ONG de carácter ecologista, medioambientalista, o de ayuda humanitaria? ¿Las consideras útiles o más bien una “pose” de acción politizada y parcial? ¿Qué función o papel consideras que han ejercido y/o deben ejercer estas ONG?
Si, colaboro, pero eso es cosa de mi mano izquierda y nunca le habla de ello a la derecha. Lamentablemente, las ONG, han de suplir los olvidos de los Estados y de las grandes fortunas para con los olvidados.
Elige una de tus obras pictóricas, y coméntanos: ¿Cómo te la planteaste? ¿Qué técnica utilizaste? ¿Con qué objetivo ¿Respondió el resultado a lo que esperabas de ella?
Como mi formación en la disciplina es básica, mis trabajos nacen de una forma anárquica, delante de la cartulina, tabla o lienzo, tras un duermevela por escenarios empíricos, el lápiz intenta plasmarlos, luego el pincel va detrás y al cabo de un tiempo, o bien lo bautizo, o…, a la papelera o destrozadora.
En el comienzo de los sesenta, salía por las tardes estivales con la bici por los carreterínes, y al regresar, al anochecer, el intenso calor que había abrasado los trigales y barbechos, subía, produciendo un efecto de pandeo en las líneas de las casas. Ese contoneo impregnó mis trazos. Años más tarde, en un viaje por Europa, descubrí a Vincent y ahí empezó mi obsesión.
En mis trabajos, busco la luz; esa luz de La Mancha que ciega los ojos y envuelve las formas sublimándolas en sí mismas. El trabajo que acompaño sobre los segadores, obedece a lo expuesto.
El drama humano y el problema social de la llegada masiva de inmigrantes en pateras, o de cualquier otro modo ¿Es inevitable? ¿Tiene solución? ¿Se gestiona adecuadamente? ¿Cómo impacta en la población?
Ese drama lo hemos sufrido los humanos desde que tomamos conciencia de nuestro entorno; gracias a él se han extendido pueblos y culturas. También estos éxodos han tenido y tienen una génesis dramática. En España sabemos bien de esto, la expulsión de los judíos en la Edad Media, o la última tras la victoria del golpe de estado contra la II República. En estos últimos años, las migraciones internacionales han aumentado, incrementadas por las guerras fratricidas en África, Asia y América. Somos ocho mil millones sobre el planeta, y los recursos merman. De esto toman nota los poderosos, club Bildelberg, de George Soros, entre otros, quienes lamentablemente ofrecen soluciones siempre a favor de sus intereses.
¿Piensas que tus manifestaciones pictóricas responden de alguna forma a algún tipo de compromiso social? Por otro lado, ¿la literatura debe ser entretenimiento, formación o expresión de un compromiso social?
En los comienzos, sí, tanto en mis escritos, donde la influencia de Federico García Lorca, Miguel Hernández, Antonio Machado, Juan Alcaide, Bakunin, Gorki, Larralde; y en pintura, Vincent, Goya, Sorolla, Antonio López, Samper, me han marcado. La literatura es para mí, un modo de relacionarme con mi entorno, de expresar mis sensaciones. Corrían los setenta, y por las noches acudía a un centro parroquial para dar clases a personas trabajadoras. Montábamos obras de teatro y difundíamos unos cuadernillos en los barrios de Estrecho, Villamil… En uno de ellos, escribí unos versos sobre el asesinato de un obrero de la construcción por las fuerzas de orden público. Mantenía semejanzas con el asesinato de Federico García Lorca. Esa revista fue requisada, y gracias a ir publicada con el sello de editorial, me libré de visitar a “Billy el Niño” en los calabozos de la Puerta del Sol.
A nivel personal o individual ¿Qué consideras que puede hacer o aportar la gente común o la sociedad en general?
Leer, desintoxicarse de los bodrios televisivos, relacionarse con quienes te pueden aportar algo, ser conscientes de que tenemos la clepsidra, tic tac tic tac…, y que tras el último grano de arena se bajará el telón.
Y ya, por último, para terminar, ¿te gustaría añadir algo más a esta entrevista?
Como escribió José Larralde: “Quisiera saber, en qué lugar de la vida nace la resignación… y cuánto tiempo se necesita para saber cada vez menos”. Palabras imprescindibles para que uno pueda levantarse cuantas veces se le figure cuesta arriba el camino.
Muchas gracias por atendernos y por tu colaboración.
El equipo de AEDA 23
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