Pablo Doncel Fuentes
Ingeniero de caminos, canales y puertos; colaborador habitual.
Hola, Pablo, encantados de tenerte con nosotros en el apartado de
entrevistas de la página de AEDA23: FILOSOFÍA Y PENSAMIENTO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA (www.aeda23.es):
Qué te parecería si, para comenzar, nos expusieras algo de tu trayectoria
personal y profesional con el fin de que nuestros seguidores puedan
conocerte mejor:
Nací a principios de los ochenta en Alcázar de San Juan, y tras pasar por el
Colegio Santa Clara y el Instituto Miguel de Cervantes, tuve la oportunidad
de estudiar en la histórica escuela de caminos de Madrid. Cuando conseguí
encauzar la carrera tras un duro comienzo, participé en el programa Erasmus
con destino al Real Instituto de Tecnología de Estocolmo (KTH). Allí me
enrolé en el Master de Ingeniería Medioambiental e Infraestructura
Sostenible, gracias al cual pude aprender métodos y conocimientos
prácticamente inauditos en tierra patria, presentando como tesis una
evaluación de la sostenibilidad de nuestro querido acuífero 23 (disponible
en http://urn.kb.se/resolve?urn=urn:nbn:se:kth:diva-173875). Volví a Madrid para terminar la carrera y comenzar mi carrera
profesional en el mundo hidráulico, especializándome en ingeniería de presas
y centrales hidroeléctricas. Durante más de una década pude participar en
diversos proyectos tanto de construcción como de consultoría, destacando el
Plan General de Infraestructura Hidráulica del río Nilo. Este trabajo me
ocupó durante cuatro apasionantes años en tierras egipcias, que despertaron
ciertos interrogantes sobre nuestro pasado. En particular, la herencia en
materia de infraestructuras del periodo de dominación musulmana de Iberia, a
la que actualmente intento dar respuesta a través del programa de doctorado
en la Universidad de Castilla-La Mancha. El estudio está centrado en conocer
el funcionamiento, génesis y caída del sistema de molinos hidráulicos que
aprovechaban las aguas que manaban por los Ojos del Guadiana.
Bien, y cómo podrías describirnos tu relación con el Medio ambiente, y
más concretamente con aquello que te preocupa más:
Mi primera experiencia medioambiental ocurrió el verano de 1995, cuando una
cruda sequía azotaba la Mancha. Mi padre nos llevó a las lagunas de Ruidera
donde el panorama era desolador. Recuerdo a unos topógrafos reconociendo el
lecho yermo de la Redondilla y conservo una fotografía familiar al final de
la escala de nivel del embalse de Peñarroya. Un año más tarde y tras un
periodo lluvioso, las cascadas rebosaban entre lagunas, el embalse se
encontraba prácticamente lleno, un tímido caudal circulaba por el río
Záncara y hasta nos bañamos en el Cigüela. Tristemente, esta situación fue
efímera debido a la sobreexplotación del acuífero que aún arrastramos. Esta
dicotomía hidráulica manchega hibernó durante mi adolescencia, despertando
años más tarde el interés por conocer la dinámica medioambiental y el papel
estratégico que han jugado los recursos hídricos subterráneos en la
sostenibilidad de la vida en nuestra tierra. En definitiva, podemos concluir
que desde la implementación del desarrollismo agrario impulsado por la
dictadura a partir de 1960-70, seguimos consumiendo más recursos de los
naturalmente disponibles y comprometiendo nuestra independencia hídrica. La
declaración oficial de sobreexplotación del acuífero desde 1987 y los
diversos planes y políticas desplegadas no han sido suficientes para frenar
este desequilibrio.
El cambio climático es una realidad, o es tan solo una exageración de
ecologistas o fundamentalistas de la ciencia:
El cambio climático siempre ha sido una realidad en el planeta, su propia
dinámica implica variabilidad en las condiciones atmosféricas desde su
génesis. No trato de lanzar un alegato negacionista, en absoluto, pero me
gustaría denunciar que este tema se ha convertido en un slogan publicitario
que podría desvirtuar conocer el trasfondo o las causas del problema. El
incremento de temperatura atmosférica es solo un parámetro consecuencial de
un fenómeno global. Volviendo al trasfondo de la cuestión, el principal
problema medioambiental actual es el consumo desmesurado de recursos
naturales inducido por nuestro modo de vida. Os invito a que veáis el
documental The Planet (2006, dirigido por Michael Stenberg), que ilustra a
la perfección el estado de la cuestión. En resumen, necesitamos al menos
cinco planetas para que nuestro modo de vida sea sostenible.
Crees que existen problemas ambientales de magnitud suficiente como para
poner en peligro las formas de vida que mantenemos con el planeta: Por supuesto, ya hemos acabado con la mitad de las especies
vertebradas conocidas, hemos modificado sustancialmente la misma proporción
del suelo terrestre y la práctica totalidad de las masas de agua están
exhaustas, en especial desde el punto cualitativo. Sin mencionar el efecto a
largo plazo en la cadena trófica de los plásticos y las sustancias
contaminantes creados artificialmente. El problema no es sólo el incremento
de uno o dos grados de las temperaturas medias.
A nivel personal o individual ¿Qué consideras que se puede hacer o
aportar para mantener un equilibrio medio ambiental y social?
Solo se puede abordar a través de la educación. Todavía no entiendo
cómo en todas estas reformas educativas de las últimas décadas, no se ha
instaurado una asignatura troncal y obligatoria de ecología. Debemos
despertar la conciencia a nuestros hijos de cuidar el medio ambiente,
consumir lo mínimo necesario y maximizando el reciclado y la reutilización
de los recursos. Una vez la semilla esté plantada, el tiempo hará el resto.
En este punto, debo citar el famoso eslogan ecologista: aunque pensemos
globalmente, estamos obligados a actuar localmente. Esto es, podemos
denunciar la deforestación del Amazonas o la desaparición del mar de Aral,
pero ¿Dónde están los bosques de Iberia? ¿Dónde están los encinares
manchegos? ¿Hemos plantado algún árbol? ¿Hacemos el esfuerzo de reciclar el
papel, plástico o vidrio? ¿Usamos bolsas reutilizables para ir a la compra?
¿Cogemos el coche para desplazarnos 500 metros? ¿Compramos productos
locales? ¿Tratamos de ahorrar agua en casa?... Hay infinidad de pequeñas
acciones a nuestro alcance que son cruciales para reducir nuestro impacto.
Gota a gota se hace acuífero. Consumir menos no significa tener menos poder
adquisitivo o ser un tacaño, es simplemente ser conscientes de nuestro
impacto y la clave para poder dejar un planeta medio decente a las
generaciones que vienen.
Es posible concienciar a la sociedad. ¿Cómo?
Nada es imposible, se puede con voluntad, tiempo, tesón y de nuevo,
educación. Debemos fijarnos en modelos que están en funcionamiento con
buenos resultados, como en los países Escandinavos, y adaptarlos a nuestra
sociedad. Una vez seamos conscientes de la problemática y sus posibles
soluciones, despertaremos del letargo y exigiremos a nuestros gobernantes y
empresas que desarrollen planes y actividades sostenibles. Sin embargo,
nuestras legislaturas sólo duran cuatro años, y este es un proyecto cuyos
resultados podrían empezar a ser notables en al menos, cuarenta.
Consideras que los ecosistemas son capaces de defenderse de las
agresiones humanas:
Los ecosistemas son resilientes, existían en nuestro planeta antes de
nuestra existencia, y sin lugar a duda, perdurarán tras nuestra extinción.
Un ejemplo lo tenemos en las numerosas lagunas de la Mancha Húmeda, a pesar
de todo, en cuanto hay un pequeño charco la vida florece y hasta nos visitan
especies tan singulares como los flamencos. Otro ejemplo es la recuperación
de la biodiversidad en el área afectada por el desastre nuclear de
Chernóbil. A pesar de la radiación, la propia ausencia de actividad humana
durante décadas ha favorecido el desarrollo y restitución del ecosistema
natural.
Es posible una alternativa política que base su acción en la
consideración de la ecología y el respeto medioambiental:
Espero que sí, pero debe alejarse de posiciones fundamentalistas. La
transición hacia una economía sostenible y respetuosa con el medio ambiente
requiere mucho tiempo, varias generaciones, para poder alumbrar un consenso
global de la sociedad que persiga estos objetivo.
Piensas que la pandemia COVID 19 tiene algún origen con causa en la
problemática ambiental:
Las pandemias siempre tienen relación con el medio ambiente. Pero en este
punto debo ser sincero: el COVID me ha abrumado desde su brusca irrupción
hace casi un año. Gracias a mis actuales ocupaciones familiares, ha sido
fácil mantenerme al margen tanto de la escorrentía de datos apocalípticos
que nos arrojan los medios, así como del maremágnum de restricciones de
nuestros múltiples gobiernos. Sólo espero que los más pequeños no hayan
acusado su desarrollo en materia educativa y social. A lo que sí he dedicado
tiempo es a leer sobre hechos históricos similares y los impactos que
provocaron. Grandes civilizaciones e imperios, cómo el Egipto Faraónico,
Nabateo, Roma, Bizancio, Khmer o el propio Maya, deben su colapso súbito al
efecto devastador de cambios (o eventos) climáticos naturales, que podrían
haber inducido la propagación de plagas o pandemias.
Nos espera una mejor relación con el planeta Tierra:
Eso espero, pero hay mucho camino por recorrer. Debemos tener el objetivo
bien claro: hacer todo lo que esté en nuestra mano para minimizar nuestro
impacto medioambiental. Este mensaje debemos difundirlo a nuestro entorno a
través del ejemplo.
Y ya, por último, para terminar, ¿te gustaría añadir algo más a esta
entrevista?
Mi más sincero agradecimiento a la asociación por brindar a un millenial
manchego este pequeño espacio para exponer unas humildes reflexiones sobre
ecología global y local. Ha sido todo un placer.
Muchas gracias por atendernos y por tu permanente colaboración.
El equipo de AEDA 23.
1 Comentarios
Interesante la entrevista! Pero en la contestación de la pregunta : Nos espera una mejor relación con el planeta Tierra?, yo particularmente soy extremadamente pesimista. No veo a los jovenes y no tanto, hacer algo ni para si mismos, cuando terminan estrellando los envases de vidrio contra el suelo y dejando los vasos de plastico por donde siguen haciendo botellones, incluso en éste tiempo de pandemia. Esto se vive en cualquier sitio, también en mi zona. Luego hay otros grupos de abstemios, que por ejemplo van al gimnasio en coche y al regresar a su domicilio en lugar de escaleras, utilizan el ascensor,...conozco personas de mi entorno, etc.....
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